Salva uno de los animadores más mayores de nuestro centro juvenil, nos deja un mensaje también:


"Si algo he aprendido estos años en la Pastoral es que los números no importan, sino la calidad de las personas. Lo material, como bien el agua nos ha demostrado, no perdura, mientras que lo personal, espiritual, lo intangible, como queráis definirlo, sí que permanece, y no hay riada en el mundo capaz de llevárselo por delante.

Claro que nada de esto es lo que se me pasó por la mente el día que vi que el agua se había llevado todos mis esfuerzos de tantos años, de tardes y mañanas, de noches y de viajes a Sevilla, y de otras tantas muchas cosas… Todo lo conseguido nos ha sido arrebatado… Por un pequeño instante me sentí como el santo Job, a quién se le privó de todo… Pero en ese mismo momento comprendí que autocompadecerse no sirve de nada, y comprendí que si no me arremangaba los pantalones y cogía cubos de cieno y lodo y agua del Puente de los Cochinos, nadie iba a acabar con todo aquella masa que había destrozado el fruto de nuestro esfuerzo colectivo.

Cuando una riada entra en tu casa y se lleva todas tus pertenencias, todo el mundo te apoya, te compadece y te ofrece su ayuda. Cuando un riada se lleva por delante tus esfuerzos de diez años en un asociación juvenil, la gente lo único que hace es lamentarse, pero no comprende que el dolor y el sentimiento de pérdida pueda ser igual o incluso mayor de aquél que lo ha perdido todo, puesto que a ojos de nuestra sociedad, solamente aquello que posees es lo importante, no lo que compartes. Eso sólo son paparruchas y tonterías de idealistas, de gente con la cabeza llena de pájaros…

Pues bien, como comentaba con otra animadora, de las mayores de la asociación, no hay nada más doloroso que ver todo echado a perder, pero no hay nada más hermoso que el esfuerzo desinteresado de todos aquellos que han colaborado, bien físicamente, bien en pensamiento, a limpiar, adecentar y arreglar nuestro Centro Juvenil. Todavía queda mucho por hacer, pero confío plenamente en que siempre habrá un grupo de gente, no sé si grande o pequeño, de gran calidad, que nos ayudará a reconstruir aquello que fue, todo aquello que conseguimos, y que lo superaremos con creces. Nos sostiene nuestra esperanza y nuestra fe.

Dar calidad a nuestros animandos en todas nuestras actividades, no cantidad. No nos importan los números, solo queremos formar personas, íntegras, solidarias y completas. Eso es a lo que aspiramos. Eso es lo que todavía nos mantiene vivos."

Salva