viernes, 15 de febrero de 2013
El ritual de la imposición
de la ceniza, expresa a grandes rasgos el deseo de penitencia y conversión, ``Dios modeló al hombre a partir de cenizas´´
tal y como se lee en el génesis. Tras
la última reforma de la liturgia, la imposición de ceniza se vincula también a
la escucha de la Palabra de Dios y suele realizarse durante la celebración de
la eucaristía en el día que comienza la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza.
La Cuaresma es el tiempo de la <<escucha>>
y la acogida de la Palabra que ilumina nuestra vida y nos invita a la
transformación, al cambio, conversión… Durante la Cuaresma, el color púrpura tiñe toda la liturgia.
En tiempos de Jesús, el color morado o púrpura estaba reservado a las
vestimentas de los reyes. Por eso, según el relato de la pasión de Cristo, los
soldados se burlaron de Jesús poniéndole un manto morado y llamándole “rey de
los judíos” esta frase puede leerse en la cabecera de los Cristos en las
Iglesias ``INRI´´. La Iglesia pasó así a relacionar el morado con el
sufrimiento de Jesús, y con la penitencia.
La Iglesia establece que
la duración de la Cuaresma es de 40 días
y, por supuesto, no se trata de una cifra casual, como todo tiene su
explicación esta cifra coincide con el ayuno
de Moisés durante 40
días antes de subir al monte Sinaí y recibir la Palabra de Dios, las
tablas sagradas de la alianza. Fueron 40 los días del diluvio,
y 40 los años de la marcha del pueblo judío por el
desierto. También Jesús
se retiró en ayuno al desierto durante 40 días antes de iniciar su
ministerio público. Es ahí donde Jesús recibe las tentaciones del demonio. El
desierto, con su aridez, dureza, condiciones ambientales extremas y dificultad
para encontrar alimentos, ofrece a los cristianos una imagen precisa del camino
penitencial que deben recorrer en Cuaresma. Jesús se retiró allí a rezar y a hacer penitencia, antes de lanzarse a su misión de salvar a la humanidad.
Por eso durante estos 40
días debemos recorrer camino para enderezar nuestra FE, hagamos como Jesús
hizo, orar, escuchar la Palabra de Dios, y dejarnos plasmar el corazón por
ella.
¡¡FELIZ PASCUA A TOD@S!!
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